Utilizamos cookies para optimizar nuestro sitio web y nuestro servicio.
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin una requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de su proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarlo.
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Albóndigas caseras en salsa
¿Quién dijo que había que irse a Ikea para comer albóndigas? No hace falta irse tan lejos, solo tienes que tener a mano un par de ingredientes e irte hasta la cocina. Toma nota y prepárate para disfrutar de unas albóndigas caseras en salsa como las que te hacía tu abuela.
Ingredientes:
Para las albóndigas:
– 1 kg de carne picada
– 2 huevos
– Sal
– Miga de pan (basta un trozo de pan del dia anterior sin la corteza)
– Medio vaso de leche (para ablandar el pan)
– 1 o 2 dientes de ajo
– Perejil
Para la salsa
– 1 cebolla pequeña (o media si las que tienes por casa son grandes)
– 1/2 pimiento
– 1 zanahoria rallada
– 1 tomate natural rallado o un poco de tomate ya frito
– 1 chorrito de vino blanco
– Agua (lo suficiente para que cubra las verduras)
Preparación:
Primero, aliñamos la carne picada: pon la carne en el bol y añade la sal, el ajo y el perejil machacado en el mortero. A continuación incorpora el pan (previamente remojado en leche) y mezcla todo bien.
Una vez tengas una mezcla homogénea, hay que dar forma a las albóndigas. Prepara pequeñas bolas (del tamaño de pelotas de ping pong, aproximadamente), pásalas por la harina y dóralas en la sartén con un poco de aceite.
Cuando estén doradas, ponlas en un plato sobre papel de cocina para quitar el exceso de aceite. A continuación, resérvalas en una cacerola.
Ahora es el momento de preparar la salsa: Pica bien la cebolla y el pimiento en trocitos pequeños. A continuación, rehógalos junto con la zanahoria rallada a fuego suave. Una vez que la mezcla esté tierna, añade el tomate rallado (o un poco de tomate ya frito) y rehógalo. Incorpora un chorrito de vino blanco y un poco de agua, hasta que cubra el sofrito. Déjalo que cueza y tritura la salsa con la batidora.
Cuando tengas la salsa lista, échala por encima de las albóndigas que habías reservado antes y deja la mezcla cocer durante 10 minutos: ¡la comida está lista!